Daniela

Daniela ha sido mi gran maestra en este aprendizaje. ¿Cómo lo hicimos?

Aprendí a escucharla primero para poder ayudarla, hasta que me di cuenta de que escuchándola, era ella la que me ayudaba a mí.

Escuchándola le daba la oportunidad de expresar sus temores y ella me daba el valor para compartir los míos.

Su sabiduría me daba confort, sus porqués orientaban mi búsqueda, sus palabras me ayudaban a encontrar una nueva forma de dialogar.

Y así empecé a preguntarme: “¿Por qué?”, “¿Cómo?”, “¿Qué?” para explorar mi entorno y mi interior y desarrollar la teoría interpretativa que da significado a mi mundo.